Una parte del cerebro que no aprecias lo suficiente

Los ganglios basales trabajan mayormente entre bastidores

Traducción al español de Rosa I. Caamaño Tubío  (directora de Science From English to Spanish) from English version in Psychology Today. 

A medida que me abro paso a través del día, la mayoría de mis acciones suceden gracias a los ganglios basales. Poco después de despertarme, inclino mi cuerpo hacia delante, y muevo un pie fuera de la cama y al suelo, mientras las palmas de mis manos presionan contra el colchón y equilibran mi cuerpo para no caerme. Ahora llevo el otro pie al suelo, y ya estoy en pie. Muchos movimientos corporales casi sin pensar gracias a los ganglios basales.

Los ganglios basales aprendieron los hábitos correctos mediante mucha práctica diaria, ensayo y error. Ahora dirigen mis movimientos para que rellene mi cafetera de cocina exprés con agua y café molido. Tengo suerte de que mis ganglios basales estén funcionando porque otras partes sin cafeína de mi cerebro todavía están confusas. Tomo el café, lavo la taza, me lavo, me visto, y para afuera. Sin mis ganglios basales tendría que pensar conscientemente en detalle cada uno de los pasos que son parte de estas rutinas.

Mientras los ganglios basales están haciendo todo este trabajo, la corteza cerebral está pensando en palabras, planeando de antemano, concibiendo objetivos de forma consciente, valorando prioridades. Como ejecutivos en la planta superior de una compañía, la corteza cerebral se lleva el crédito por el trabajo de los ganglios basales. ¿Por qué menospreciamos tanto las actividades de los ganglios basales y otras partes del cerebro que operan fuera de nuestra consciencia? Es precisamente eso. No somos conscientes de las operaciones que suceden fuera de nuestra consciencia. Y así que subestimamos su contribución a nuestras vidas.

Algunas veces, nos damos cuenta de estas actividades escondidas. Devuelves una pelota de tenis, una que no podrías haber devuelto un año antes. ¿Cómo te las apañaste? No estás muy seguro. Un pintor da una pincelada con un ángulo especial, ejecutado a la perfección. Los ganglios basales aprendieron su arte a través de muchos miles de experiencias pasadas. Mejoraron por medio de ensayo y error sin precisar la supervisión conscientemente de las regiones del lenguaje del cerebro. ¿Cómo hice eso?, te preguntas. No estás seguro. Eso es porque las partes del cerebro responsables de la acción no son las áreas del cerebro que ahora se están haciendo esa pregunta.